No todos los días podemos acercarnos a menos de 50 yardas de una madre osa y vivir para contarlo. Pero este paseo a la playa no fue un típico día de sol y surf.
“Solo es la naturaleza”, dijo una pequeña niña que estaba parada detrás de la cámara, mientras observaba a los tres osos negros jugar en el agua de mar.
La madre osa y sus dos oseznos se sentaron en la arena y disfrutaron de las olas.
Todas las personas alrededor observaban el evento con asombro, manteniendo la distancia con estos enormes mamíferos.
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