Personajes de la realeza que renunciaron a sus títulos por amor

Rey Eduardo VIII

En un escándalo que marcó a la familia real británica durante décadas y cambió el curso de la historia, el rey Eduardo VIII decidió abdicar del trono para casarse con Wallis Simpson, una estadounidense divorciada, en 1936. Edward había estado sentado en el trono durante unos meses cuando se dirigió a la nación con su decisión. «Me resulta imposible llevar la pesada carga de la responsabilidad y cumplir con los deberes del rey, como desearía hacer, sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo», dijo en una transmisión de radio en ese momento.

Al día siguiente, el hermano menor de Eduardo, el Príncipe Alberto, fue nombrado como el nuevo gobernante y, por lo tanto, titulado Rey Jorge VI. A pesar del escándalo, Jorge nombró a su hermano duque de Windsor y, en junio de 1937, Simpson y Eduardo se casaron. Aunque su relación con su familia nunca sería la misma, el ex rey y su esposa permanecieron juntos hasta la muerte de Eduardo en 1972.