Después de encontrar esto en el ático de su vecina, le aconsejó que quemara la casa

Kevin se había estado preguntando por qué su vecina Ruth vivía y dormía dentro de su automóvil, a pesar de que su casa estaba a solo unos metros de distancia. Entre sus vecinos, Ruth era una de esas caras amistosas, y Kevin jamás la vio entrar a su casa ni una sola vez.

Una vez que Kevin tomó la decisión de entrar a su casa, descubrió por qué ella nunca lo hizo. No podía entender lo que veía. Nadie podría vivir dentro de esa casa.

Kevin apenas conocía a su vecina

A pesar de que Kevin vivía cruzando la calle desde hacía un par de años, él y Ruth realmente no se conocían mucho.

Lo único que Kevin sabía sobre Ruth era que se había jubilado hace varios años y que vivía sola. Aún no sabía que en algún momento florecería una amistad única.

Ella tenía una casa, pero vivía en su auto

Kevin siempre había visto a Ruth durmiendo dentro de su auto todas las noches. No entendía por qué ella prefería vivir así en lugar de caminar unos metros hasta su casa.

Al observar a Ruth, Kevin se dio cuenta de que no la había visto entrar a su casa en semanas. Algo definitivamente andaba mal.

¿Qué andaba mal en su vida?

Cada vez que Kevin pasaba junto al auto de Ruth, se detenía y la miraba, solo para asegurarse de que estuviera despierta y a salvo. Terminarían teniendo breves charlas y pronto Kevin comenzó a armar las piezas del rompecabezas.

Kevin se entristeció por el hecho de que Ruth había estado viviendo y durmiendo en un coche. Estaba seguro de que había una razón de peso por la que ella elegía dormir en la entrada de su propia casa.

Su vida entera estaba dentro de su auto

Kevin sentía que Ruth se avergonzaba un poco con respecto a su situación cada vez que él pasaba y la miraba. Aun así, no podía entender por qué.

Su casa y su auto le pertenecían, ella era la propietaria. Ella ya estaba jubilada y todo parecía ir bien. Parecía que iba a tener una buena vida, así que, ¿qué estaba pasando entonces?