Una mujer de 96 años vende su casa. Mira cuando abre la puerta y revela una obra maestra perdida en el tiempo.

4. Reflexiones de un perfecto extraño

El teléfono empezó a sonar. Nada inusual para una oficina, pero era la persona al otro lado de la línea la que haría que la llamada fuera tan memorable. Su nombre era Joyce. Y como le explicó a Gladys y Carla, estaba interesada en vender su casa… posiblemente.

Mientras hablaba, había algo que no era muy entusiasta en su voz. Un aire de desgano y duda. A pesar de lo que su tono de voz reveló, ella era persistente. Realmente tenía la intención de vender su casa. Pero todo esto fue antes de que Joyce lanzara una bomba contra Gladys y Carla, algo que nunca esperaron en un millón de años.