El deseo de sobrevivir es algo que todos llevamos dentro. Es una poderosa fuerza instintiva que nos ayuda a superar circunstancias aparentemente imposibles. Y cuando nos enfrentamos a una situación de vida o muerte, todos tenemos una razón para salir adelante.
Los animales no son diferentes a nosotros en cuanto a su voluntad de vivir. Ellos también tienen sus propias razones para superar las situaciones de vida o muerte. ¡Y esas razones son tan importantes como las nuestras!
No hay mejor ejemplo de ello que el de este erizo hembra, que recientemente terminó herida a un costado de la carretera en Israel. Se encontraba gravemente lastimada, pero en todo momento se negó a sucumbir a sus lesiones. Y había una razón muy especial que solo ella conocía…
Una de las fuerzas más poderosas que habita dentro de cada ser es el deseo de sobrevivir. Por suerte, la mayoría de nosotros jamás deberá enfrentar una situación en la que necesitemos utilizar una inmensa cantidad de fuerza para poder superarla. Pero si llegase a ocurrir, nuestra mente está lista para combatir una crisis aparentemente imposible, hasta las últimas consecuencias.
Esta disposición a actuar es igual de fuerte en los animales. Recientemente en Israel, un conductor nocturno golpeó a una eriza mientras esta atravesaba la carretera. El conductor no se detuvo, pero por suerte, la eriza fue hallada al poco tiempo por otra persona, quien la llevó de inmediato al hospital animal más cercano.
La eriza estaba gravemente herida cuando los doctores comenzaron a examinarla, y las cosas no se veían nada bien. Sin embargo, a pesar de que sus heridas estaban poniendo en riesgo su vida, ella se mantuvo fuerte. ¡Había algo dentro de ella que no le permitía darse por vencida! Pero, ¿cuál era la fuente de su fortaleza?
Cuando los doctores le hicieron un estudio con rayos X para determinar el alcance de sus heridas, notaron algo absolutamente increíble: ¡Estaba embarazada de 5 bebés! Los doctores quedaron atónitos con su descubrimiento.
Luego de que los trabajadores del refugio le ayudaran a recuperar su salud, supieron que debían intentar salvar a todos los bebés. No había forma de que la eriza convaleciente pudiera realizar todo el trabajo de parto por sí sola, y el procedimiento debía ser hecho con extremo cuidado para que ninguno de los bebés muriera durante el proceso. Los doctores tendrían un trabajo muy duro y de mucha paciencia, eso era seguro.
A pesar de ser profesionales muy talentosos, los doctores sabían que no sería nada fácil. Manipular a un animal herido siempre requiere el mayor de los cuidados. ¡Mira el video de abajo para saber si los doctores pudieron salvar la camada completa!
La madre de estos bebés sabía que la vida de ellos dependía de su propia supervivencia, y por ello se negó a darse por vencida. Su fuerza y voluntad para superar su situación es algo que todos debemos admirar.
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