Los primeros septillizos en sobrevivir… ¡Míralos 20 años después!
3. Observar y esperar
La pareja ya había tenido dificultades para concebir a su primera hija, Mikayla, por lo que estaban más que preocupados la segunda vez con una situación tan poco común. Bobbi podía sentir que su vientre crecía más rápido de lo que lo había hecho en su embarazo anterior, anticipando lo que vendría después.
Pronto, cuando Bobbi McCaughey se sentaba, su vientre casi le tocaba las rodillas. «Fue aterrador, ya sabes, ver las estrías cada vez más y más grandes y pensar, ¿cuánto tiempo más podrá soportar este cuerpo?» Aún así, nadie podría haber adivinado por lo que ella viviría.
