Fotos tomadas segundos antes del desastre
Un pez se pega a la espalda de esta chica
La joven de la foto estaba disfrutando de un baño en el mar, cuando de repente vio que tenía un pez al lado, algo que puede generarle una sensación de peligro o emoción a cualquiera. Pero cuando se trata de una peligrosa raya y esta además se pega a tu espalda… La emoción se convierte en pánico y terror al instante. Y seguramente, acabarías como esta chica, llorando desconsoladamente.
A pesar de este trago amargo, parece ser que la chica tuvo suerte y alguien se lanzó a ayudarle mientras el resto de sus compañeros no podían dejar de reírse a carcajadas por lo que estaba sucediendo.
Segundos previos al ataque
Esta joven estaba lista para ser fotografiada luciendo sus gafas chic y su hermosa sonrisa cuando de repente…¡boom!. Recibió un balonazo inesperadamente que estropeó su instantánea. Lo más gracioso de este caso es que la expresión de la chica refleja: sorpresa, pose perfecta calculada previamente y una mirada de odio por lo que estaba a punto de pasar.
Los lobos también pueden sufrir los embates de la vida
Este lobo nos demuestra que no todas estas criaturas son temibles, desafiantes y feroces. Al menos cuando tropiezan, pues demuestran una ternura irresistible. Además de eso, el fotógrafo logró conseguir un gesto bastante gracioso del animal. Aquí puedes ver a este tierno lobo después de su resbalón.
Algunas competiciones no salen muy bien, y pueden llegar a doler mucho
Todo lo que tenga que ver con el mundo de las ruedas puede ser tan excitante como peligroso. En este caso, el chico que conducía la bicicleta quería recrear a un ángel volando, pero lo que consiguió fue aterrizar de lleno contra la carreta. No queremos ni imaginarnos qué pudo pasar por su cabeza cuando todavía estaba en el aire y sabía que el doloroso golpe sería inevitable.
Este perro no sabía lo que estaba a punto de comerse
¿Quién no ha visto alguna vez a un pequeño cachorro y ha pensado que es la cosa más tierna del mundo? Pues esto aún puede ir más allá, ya que los pequeños peludos a veces pasan por situaciones bastante incómodas cuando se trata de su colita, puesto que aún no son conscientes de ellas y les molesta. En este caso, este perro intentaba morder su propia cola, pues no entendía qué era esa cosa que no dejaba de moverse todo el tiempo. En esta imagen se puede apreciar el desconcierto de este canino.
