Esta pareja pensó que tendrían un solo bebé, y esposo se desmayó cuando los doctores le dieron la noticia
9. Algo diferente
Nia Tolbert notó que con este embarazo estaba teniendo muchas más reacciones emocionales y que las hormonas del embarazo estaban aumentando como nunca antes había sentido. Su barriga también estaba creciendo mucho más rápido que en sus embarazos anteriores. En el fondo, le preocupaba un poco que algo andara mal.
Nia no entendía muy bien lo que estaba pasando, especialmente porque se estaba cuidando de la misma forma que en sus embarazos anteriores. Se mantenía en forma haciendo yoga y comiendo los alimentos nutritivos adecuados, tomando sus vitaminas neonatales al pie de la letra. Pero no fue hasta que le hicieron su primer ultrasonido que comenzó a entender por qué todo era tan diferente esta vez.
10. El primer ultrasonido
Cuando Nia fue a su primer ultrasonido, estaba nerviosa y emocionada, sabiendo que había algo diferente con este embarazo. Ella no podía decir exactamente lo que era. Pero era algo grande y que le cambiaría la vida.
“Robert y yo siempre hemos bromeado sobre tener una familia numerosa, pero no planeamos tener más embarazos después de los gemelos. Pero nos esperaba una sorpresa». La sorpresa llegó tan pronto como Nia se hizo un ultrasonido.
11. Un ultrasonido sorprendente
En el consultorio del médico, Nia se preparó para el ultrasonido, sabiendo que había algo diferente en este embarazo. Se preparó para cualquier sorpresa y solo le rogó a Dios que no hubiese nada malo con el bebé.
«Cuando esperábamos gemelos, el técnico que estaba haciendo el ultrasonido preguntó si había gemelos en nuestra familia. Y esta vez, cuando el técnico me preguntó lo mismo, pensé: ‘Oh, deben ser gemelos otra vez'», dijo Nia.
12. Una segunda opinión
El técnico en ultrasonido finalmente confirmó la sospecha de Nia de que tendría otro par de gemelos. Al principio, la noticia dejó a Nia en shock. Pero ella se incorporó rápidamente, viéndolo como una bendición y un regalo de Dios.
Entonces Nia fue al baño, y cuando regresó, el técnico le dijo que quería examinarla una vez más, solo para asegurarse. Sintiendo era mejor estar seguros, Nia estuvo de acuerdo en que era mejor prevenir que lamentar.
